10 verdades sobre tener un blog (profesional)

[…]


por

Este mes hace un año que renové mi web y puse en marcha el blog.

Durante este año he escrito regularmente, casi cada semana. Y el casi fueron las vacaciones de agosto y alguna semana que por despiste (en serio, han habido dos veces que se me olvidó completamente escribir el post) o por puntas de trabajo no logré sacar el artículo a tiempo.

Creo que ha llegado el momento de hacer balance, de reflexionar sobre los inconvenientes y beneficios que he me ha traído el blog y ofrecerte algunos consejos, porque creo que te puede ser de utilidad si estás pensando en poner en marcha el tuyo o ya lo tienes y estás pensando en abandonar.

Tener un blog profesional

1. No olvides la diferencia entre tener un blog profesional, uno personal y vivir de un blog.

No te compares con los bloggers profesionales que tienen cientos de miles de visitas y suscriptores! Quien pretende vivir de un blog, debe dedicarle las horas necesarias de un negocio en sí, para conseguir crear la comunidad y visibilidad necesaria para poder monetizarlo. En el caso de un blog profesional o de empresa, las cosas cambian. Tu negocio no es tu blog, no es el centro de tu empresa, sino una herramienta de apoyo para crear imagen de marca, para darte a conocer, para generar confianza, ayudar a posicionarte… es un recurso de marketing online que te servirá de soporte para cualquier otra estrategia online que quieras utilizar. Pero no es tu negocio, no puedes ni debes invertir en él lo mismo que alguien que pretende vivir de su blog.

 

2. Mentalízate, mucho.

Es una obligación tediosa. Da pereza, mucha. A menos que te falte trabajo, que en ese caso no tienes excusa porque te sobra tiempo y te faltan clientes… se que te costará el momento para escribir. Suficiente tienes con cumplir con el trabajo para clientes!

 

3. Márcate una periodicidad y oblígate a cumplirla lo máximo posible.

No se acabará el mundo si te saltas un post, pero intenta que sea lo mínimo posible. Creo que mínimo tendrían que ser 2 al mes, si puede ser más, mejor.

Bloquea en tu calendario un día y hora para escribir y cúmplelo siempre que te sea posible. Siempre hay momentos que nos son más propicios, que estamos más relajados, más inspirados… utilízalos. Y si una semana tienes más tiempo libre, aprovéchalo y prepara más de un artículo, te servirá para aquellos días que vayas más cargado de trabajo y te sea imposible encontrar el momento para escribir.
Si sois un equipo, te será mucho más fácil, os podréis repartir la tarea y escribir cada uno sobre aquellos temas en que sea más experto.

 

4. No esperes a que te llegue la inspiración… pero aprovéchala cuando llegue.

No podemos esperar el momento ideal, en que baje la inspiración divina y nos dicte el artículo, pero también es cierto que hay días que nos es más fácil, que se nos ocurre una idea tras otra y las palabras fluyen… aprovéchalo.

 

5. No olvides el SEO, pero no te agobies por él

y que no te esclavice. Poner un título u otro, utilizar unas u otras palabras en el post pueden cambiar, y mucho, el modo en que Google nos trate en sus resultados. Hay muchísimos artículos e información sobre cómo buscar y escoger las palabras clave o keywords más adecuadas para nuestros escritos. Sin embargo, aunque no debes olvidar el SEO, no te obsesiones con él. Si tienes poco tiempo para dedicarle al blog, no dejes de escribir por no tener tiempo de realizar una búsqueda y optimización para buscadores.

 

6. Escribir no es suficiente. Publica y promociona

el post todo lo que puedas y a lo largo del tiempo. A menos que seas una marca superfamosa con miles de visitas diarias… la gente no llegará a tu blog por arte de magia. Aprovecha las redes sociales y la lista de suscripción para promocionar tu contenido. Por muy bueno que sea, nadie lo sabrá sino lo encuentra. No te conformes con compartir en tus perfiles una vez publicado, debes hacerlo varias veces y a lo largo del tiempo.

Las publicaciones en Facebook o Twitter son efímeras y piensa que les llegará apenas unos pocos de tus seguidores. Si tienes un artículo que crees que es realmente bueno, no dudes en invertir para darlo a conocer. Facebook Ads o Twitter Ads podrán ayudarte a llegar a más gente con poca inversión.

 

7. FAQ’s, aprovecha las dudas más comunes de tus clientes

y dirige a tu artículo a la gente cuando te vuelva a preguntar lo mismo. De esta forma, por una parte te ahorrarás tener que volver a explicar lo mismo y por otra darás a conocer tu blog a más gente, creando además contenido de utilidad para muchos más.

 

8. Dale un toque personal.

Aunque sea un blog corporativo, aunque seas una gran empresa, el que escribe eres tú, déjate ver, que te conozcan, habla en primera persona e intenta conectar. Una pequeña reflexión personal, una historia o anécdota, una pequeña batalla contra algo que no te gusta pueden conseguir que se identifiquen contigo. Que tu blog no sea una fría lista de notícias del sector. Implícate y da tu opinión al respecto.

 

9. Planifica y organiza el contenido.

El consejo que más me sirvió para poder planificar y organizar los artículos en mi blog fue éste: Crea 4 categorías principales, en función de tu negocio pueden ser por tipo de servicio, área de negocio, tipo de cliente, etc…  Una vez determinadas estas categorías, piensa para cada una de ellas 5 temas sobre los que escribir.

 

10. No lo empieces si no estás convencido,

porque no es fácil, porque requiere fuerza de voluntad y disciplina, porque es un palo, en serio, y si no lo haces concienciado de que es lo mejor para tu negocio y que a largo plazo te puede traer muchos beneficios, lo abandonarás al cabo de unos meses y será tiempo perdido.

¿Estás pensando en poner en marcha un blog o quieres sacarle más partido al que yo tienes?

Contacta conmigo y estudiaremos juntos tus opciones.