Ayer publiqué una web que llevábamos desarrollando desde antes de verano.
No era un gran proyecto, ni una tienda online, ni un gran portal con registro de usuarios o conexión al programa de gestión interno… era una web corporativa sencilla, con un diseño muy cuidado, adaptable a dispositivos y rápida en cargar, con 5 apartados de contenido y a dos idiomas.
La verdad es que la web está muy bien, estoy muy contenta de cómo ha quedado… ¿pero realmente eran necesarios 8 meses para desarrollarla? ¿Han valido la pena estos 6 meses de retraso?
El problema es que no es la primera vez que me encuentro con estos retrasos, por desgracia son muy, muy, comunes.
Cuando empezamos un proyecto, lo hacemos con toda la ilusión y energía del mundo, y hemos de saber aprovechar toda esta energía para llevarlo a cabo en el tiempo previsto.
Las grandes empresas se pueden permitir asignar a una persona o equipo el proyecto, pero en la mayoría de negocios hemos de buscar el tiempo para hacerlo entre nuestras tareas diarias, y siempre hay temas más urgentes que pasan por delante.
¿Cuáles son los principales motivos en el retraso del desarrollo en páginas web?
- Contenido: es el principal problema. El desarrollador puede proponerte una estructura, puede decirte que tipo de textos necesitas, puede darte ejemplos… pero no puede redactar los textos por ti.
¿Pero sabes que si hay profesionales expertos en hacerlo?
Si tu no tienes tiempo o si escribir no es lo tuyo o no consigues redactarlos de la forma que te gustaría, contrata un copywriter o un corrector de estilo que en base a tus indicaciones o borrador, redacte los textos de tu web de forma que consigan su objetivo. - Fotos: ya sabes lo importante que es las fotografías en diseño de tu web y quieres escoger las mejores.
Lo ideal es, si no lo has hecho previamente, contratar un fotógrafo que prepare una sesión en tu empresa u oficina y conseguir un repositorio fotográfico de tu equipo y/o productos que puedas utilizar en todo tu material promocional o publicitario.
Si se te escapa del presupuesto, siempre puedes recurrir a bancos de imágenes y comprar las que más se integren en el diseño de tu web. Intenta que no sean simplemente fotografías bonitas y espectaculares, sin que digan algo, que apoyen el contenido. - Traducciones: las benditas traducciones… yo siempre recomiendo, si el cliente no dispone ya de las traducciones de los textos de la web, publicar en un idioma mientras se preparan.
La web podrá ir posicionándose en el idioma principal y no tendrás la página «en construcción» más tiempo del necesario. En función de la cantidad de contenido de la web, el coste de una traducción profesional puede ser bastante elevado, y por eso muchas veces se busca alguien de dentro que se encargue de ello… no es mala idea, pero no olvides nunca de valorar el coste/hora de ese profesional y lo que te esta costando realmente que dedique su tiempo a la traducción en lugar de desarrollar su trabajo… no nos damos cuenta y muchas veces hacer las cosas nosotros mismos nos sale mucho más caro que encargarlo a un profesional. - Cambios en la estrategia de la empresa: este punto es algo diferente, no se trata de el tiempo y organización de las tareas que implica una web, sino que a veces cuando el proyecto está a medias, se produce algún cambio importante en la empresa que afecta a la web.
Estos temas no son tan fáciles de prevenir, pero antes de implicarte con un proyecto web, es importante que tengas presente la estrategia de tu empresa, el plan de marketing establecido para ese año y que si sabes que puede haber un cambio importante, esperes a iniciar el proyecto hasta estar seguro de que no afectará.
Bueno, al final me he ido un poco del tema, y más que «no perfecciones» el título debería ser «porque se retrasa una web»… pero la idea es que a veces queremos hacer las cosas tan y tan bien y que acabamos por no hacer nada.
Ten siempre en cuenta que una web es algo vivo, dinámico, fácil de modificar (en su mayor parte), no es un catálogo impreso ni un folleto, siempre estarás a tiempo de ir ajustando y mejorando los textos.
¿Cuánto tiempo tardaste tú en publicar tu web?
