¿Te has fijado que en las películas, anuncios, trailers o videoclips, cualquier escena normal y corriente, con un filtro fotográfico, ralentizado y una buena canción de fondo pasa a ser un momento único y especial?
Pueden ser unos niños en los columpios, unos amigos tomando una cerveza o alguien en un sofá leyendo… lo más normal del mundo, a cámara lenta y con música, pasa a ser algo mágico e irrepetible en manos de unos artistas del cine o la publicidad.
¿Has pensado alguna vez en convertir cualquier momento de tu día a día en algo igual de especial? Escoge cualquier instante, da igual si estás fregando los platos o ayudando a hacer los deberes a tus hijos. Pon música, una de esas canciones que te llegan, que te evaden, que te hacen soñar y haz zoom hacia atrás…. con la banda sonora apropiada la vida es mejor.
Habrá días que escojas música más tranquila, baladas tristes o emotivas, por cómo te sientes, porque es lunes o porque has tenido un mal día en el trabajo… otros estarás lleno de energía y te decidirás por música animada, optimista y vital, aquella con la que no puedes evitar acabar bailando.
…. no hay problema, hay tantos tipos de música cómo días y estados de ánimo podamos tener. E incluso si empezamos con mal pie el día y nos negamos a arrastrar ese mal rollo hasta la noche, una buena canción nos puede ayudar……..
Adoro la música y la escucho a todas horas, trabajando, en el coche o preparando la cena… cualquier momento es bueno.
Hace algunas semanas tuve un lunes de esos especialmente complicados, de los que cuesta arrancar, no te apetece hacer nada de lo que tienes agendado o en la lista de tareas y no sabes ni por donde empezar… suelo escuchar la radio mientras trabajo, pero ese día ninguna de las canciones que ponían me gustaba ni me apetecía escuchar, o directamente me molestaban. Así que, puestos a procastinar, decidí preparar una lista de reproducción apropiada para el tipo de proyectos que tenía por delante… y fue genial.
Temas relajados para las tareas de programación que necesitaban más concentración… (no hay nada mejor para acompañar el Deep Work, ¿lo conoces?), motivadores para aquellos de diseño y marketing que necesitaba potenciar la creatividad, y los mejores, los más especiales, para potenciar la inspiración.
Desde ese día he preparado ya unas cuantas listas más según mi estado de ánimo y el tipo de trabajo. No siempre las necesito, muchos días ya despierto con ganas y motivación suficiente para tener bastante con la radio, pero sí lo he repetido unas cuantas veces, en aquellos días que antes de empezar ya voy tarde en todo, que estoy agobiada o desanimada… y es genial. Me da la oportunidad de darle la vuelta a mi estado de ánimo, de gestionar mis emociones a través de la música.
Y como a mi me ha ido tan bien, pensé que, ¿porqué no? a mis hijos podría ayudarles a empezar bien el día, así que también tengo una lista de reproducción para ellos, para despertarlos cada mañana con música que les gusta, que los anima o los relaja (según el día de la semana necesitan más de una cosa o de otra ;)) Y créeme, vale la pena. Si tienes hijos y te gusta la música, pruébalo! Avísalos 10 minutos antes de lo normal y ponles música mientras se van despertando. Sin prisas.
Ellos, tú, y tu productividad lo agradecerán.