La frustración del DIY

[…]


por

Desde hace ya unos años, el DIY (Do It Yourself o háztelo tu mismo) está de moda.

Tenemos tanta información a nuestro alcance: cursos, tutoriales, vídeos… que cualquiera con un poco de voluntad y tiempo puede intentar hacer cualquier cosa: un bolso, una estantería, tu propio huerto o jabón casero ecológico. Es genial.

Algunos lo harán para ahorrarse comprar el mismo producto en una tienda, pero la mayoría será para disfrutar del proceso de aprender, de mejorar, de sentir el orgullo de haber hecho algo uno mismo.

Pero somos conscientes, sobretodo al principio, que nuestro babero o jarrón decoupage no va a quedar como en la tienda. De hecho, si tenéis tan poca maña como yo para estas cosas, seguramente quedará realmente mal. Pero que más da… ¡lo hemos hecho nosotros!

¿Sois padres? ¿Recordáis cuando nació vuestro bebé y lo tremendamente guapo que lo veíais? Si, sabéis muy bien que hay bebés más bien feos… ¡pero el vuestro era realmente guapo!

¿Habéis mirado ahora su foto? Por Dios, si era horrible! No era el bebé rosadito y fino que recordabas… era bermellón y más arrugado que una pasa.

Pues con nuestras creaciones suele pasar igual… Vuelve a mirar ese precioso baúl que  hiciste tu mismo hace un tiempo… ¿valía las horas que le dedicaste? Pero eso sí… cómo disfrutaste haciéndolo!

 

¿Cuál es entonces el problema del DIY?

 

Hace ya tiempo que hablando con profesionales y clientes me encuentro con frecuencia los mismos comentarios y quejas…

Quería montar mi propio blog y es que pensaba que sería más sencillo, no consigo que quede como me gustaría…

He preparado unos banners para promocionar mi negocio, y no me acaba de gustar como quedan…  

He preparado unos anuncios para Facebook y no funcionan, no convierten cómo querría.

El problema es cuando queremos aplicar el DIY a nuestro negocio esperando los mismos resultados que un profesional.

Y es que cada vez más veo cursos online y programas de «Monta tu propio negocio en internet en 30 días«, «Diseña tu mismo tu web«, «Aprende a promocionar tu propio negocio»

Y sí, algunos son muy buenos. La formación online es un recurso increíble que debemos aprovechar

  • Cuando estamos empezando y no nos podemos permitir invertir nada. Tenemos mucho tiempo y nada de trabajo.
  • Cuando te gusta y te apetece aprender algo, disfrutas haciéndolo y tienes buena mano… y además te ahorras tener que contratarlo.

 

…, pero si no somos conscientes de nuestras limitaciones, llegará la frustración.

 

Y dedicamos horas y horas a preparar nuestra página web, para finalmente reconocer que no nos gusta como queda, que le falta un toque profesional. Que somos capaces de hacer algo funcional, pero a la que necesitamos algo un poco especial… simplemente no llegamos.

Y nos frustraremos y sentiremos que hemos perdido horas que podíamos haber dedicado a lo nuestro, a lo que realmente sabemos hacer, a nuestro negocio.

Si tienes tu empresa en marcha, si eres freelance y tienes tus clientes a los que atender y muchos otros a los que llegar… no pierdas el tiempo con cosas que un profesional experto en ese campo hará mucho mejor y más rápido que tú.

No te de miedo invertir porque haciéndolo tu mismo estarás invirtiendo igual: tu tiempo. No olvides valorar el coste de oportunidad