¿Nueva web? Lee esto antes de empezar

[…]


por

En verano toca relajarse, los días son mas largos y  las jornadas laborales, para muchos, más cortas.

Julio es un mes en el que siempre aprovecho para hacer cambios en mi negocio, mejoras, nuevos proyectos… parece que todo se ralentiza con el calor y apetece salir de la rutina que arrastramos del invierno.

Este año estoy preparando el rediseño de la web, «apenas» tiene un año y medio, pero ya me apetece darle un nuevo aire y aplicar cosas nuevas que he ido aprendiendo durante los últimos meses.

Así que mientras la preparo, he pensado en aprovechar para escribir sobre ello, sobre todo lo que hay que tener en cuenta en el diseño y desarrollo de tu web, y lo vamos a hacer por partes.

Desde hoy y durante las próximas semanas publicaré una serie de artículos dedicados a analizar cada una de las páginas de una web: la home, quienes somos, contacto, la página de producto o servicios, etc… ¿Cómo deben ser? ¿Qué hay que tener en cuenta?

Empezaremos, como no, por la Home, la portada de tu web. La página más importante y más complicada de preparar, pero antes me gustaría hacer unas reflexiones generales que debes tener en cuenta en el diseño y desarrollo de una nueva web.

Lo hemos dicho ya varias veces, la web es un canal más de ventas de tu empresa, en algunos casos el único o el principal.

Muchas veces es el primer contacto que tienen tus posibles clientes con tu empresa y la impresión que se lleven de ella es determinante.

 

¿Debe ser impactante? ¿Debe ser sencilla y práctica y cargar lo mas rápido posible?

¿Innovadora?

¿Primar la accesibilidad y usabilidad?

 

No hay una respuesta válida, ya que todo ello vendrá condicionado por como sea tu empresa y lo que quiera transmitir.

Si tu empresa presume de tecnológica y moderna, no puedes tener una web con aspecto de hace 10 años.

Si eres abogado, no puedes usar según que tipografía handwriting ni dibujitos en tu web….

Sí, se que estos ejemplos son muy obvios, las cosas no siempre son tan simples, pero aún así nos encontramos a menudo con incongruencias entre una marca o cultura de una empresa y el diseño de su web.

 

Crear una web me recuerda muchas veces a criar un niño.

Cada uno te dice la suya, si pides opinión cada uno te dirá algo diferente, y bien convencido de que es la verdad,  lo que era válido hace un año, ahora es una aberración.

Nuevos estudios demuestran cosas que hasta ahora no se sabían, aparecen productos nuevos… Y mientras tu te preocupas por si debes introducir ya el gluten en su alimentación o esperar un poco, resulta que la abuela le está mojando el chupete en el azucarero o en la copa de cava….

Y al final, como en todo,  lo que debe valer es el sentido común.

 

Cada empresa es única, su cultura, su propósito final, su forma de ver y tratar a los clientes… de ahí que cada web sea única y responda a unos objetivos concretos, no dejes que te vendan algo estandarizado, con lo que no te sientes a gusto o no te ves reflejado.

No me canso de repetir lo importante que es una web para un negocio, y lo que puede implicar que sea la adecuada.

 

Pero, eso sí, no olvides que crear una web no es solo trabajo de quien contrates para hacerlo.

Si quieres que tu sitio web refleje lo mejor posible la esencia de tu empresa, debes saber transmitirla, tienes que trabajar, codo con codo, con el diseñador o desarrollador de tu web para, entre los dos, conseguir crear una web (blog, ecommerce, plataforma… lo que sea) que responda a tus necesidades y te ayude a cumplir los objetivos.

No puedes esperar que enviando un mail con el logo y un word con cuatro textos comerciales el profesional pueda hacer milagros.

Si es bueno, te va a hacer trabajar, te va a pedir referencias, contenidos, opiniones, que le detalles quien es tu cliente ideal, a quien te diriges y que quieres conseguir con ello.

Te va a hacer recapacitar, replantearte muchas cosas.

Y eso es bueno… es genial… pero da trabajo.

Una web es una inversión, eso está claro, igual que inviertes en publicidad o en una red comercial. Pero es que además de dinero, debes invertir tiempo (tuyo o de alguien de tu equipo), y el tiempo es cuestión de prioridades, así que lo esencial es que, una vez decidas que necesitas una web o renovar la que tienes, te impliques con todos los recursos disponibles para hacerlo lo mejor posible, porque cualquier otra cosa, para «salir del paso» si será un gasto y no una inversión, y no te servirá durante demasiado tiempo.

 

Bien, una vez aclarado todo aquello que te va a implicar preparar la nueva web, y si todavía estás dispuesto a ello, no te pierdas los próximos artículos, porque diseccionaremos una a una las secciones que debe tener, cómo han de ser, que has de tener en cuenta en cada una de ellas, que material necesitarás y todo aquello que debes evitar.

 

Y si quieres que te avise para el nuevo artículo, suscríbete a continuación!

 

¿Cansado de los temas técnicos de tu web?
Contrata ahora el servicio de mantenimiento y preocúpate de hacer crecer tu negocio.