Los plugins son módulos de código que instalamos en nuestra web y que añaden funcionalidades extras a WordPress.
Pueden ser desde los más sencillos, como poder duplicar una entrada o añadir botones de enlace a nuestros perfiles sociales, hasta plugins que modifican completamente las funcionalidades de nuestra web, la convierten en un ecommerce, en multi-idioma, en una academia online o mil y una opciones más.
En cualquier caso, aunque sean pequeñas funcionalidades, es de vital importancia saber escoger cuáles son los que instalamos y activamos en nuestra web, ya que afectan de forma directa a su funcionalidad y rendimiento.
¿Por qué es tan importante escoger bien un plugin?
- Por incompatibilidades: Tenemos que ser muy conscientes de que instalar un plugin es añadir código a tu web, y no sólo eso, sino que es añadir un trozo de código que va a convivir con otros códigos, ya sea del mismo WordPress, del tema o de otros plugins, y no sólo ha de funcionar bien, sino que ha de saber integrarse con los demás.
- Porque puede afectar a la base de datos: según la funcionalidad que vayamos a necesitar, el plugin no sólo añadirá archivos de código, sino que es posible que también añada o modifique tablas en nuestra base de datos
- Por seguridad: WordPress tiene fama de no ser seguro, de tener un gran riesgo de spam o malware, pero la mayoría de veces no es WordPress en sí el problema, sino los plugins o themes que instalamos y que a veces ni siquiera actualizamos. Pero es que, actualizaciones aparte, existen páginas y foros donde ponen a disposición plugins que teóricamente son premium o de pago, gratis para descargar. ¿El truco? Qué esas descargas van con regalo incluido, malware o código malicioso en su interior que irá directo a tu web.
- Por rendimiento: no sólo los plugins mal programados o hackeados pueden ser un problema, cuantos más utilicemos e instalemos en nuestra web, más estaremos recargando el código y la base de datos. Y lo peor es que algunos de ellos, aún desinstalándolos, dejan rastro en la base de datos, tablas y campos que ya no necesitaremos más pero que arrastraremos para siempre.
- Por tiempo: en último lugar, aunque no menos importante, instalar y configurar un plugin requiere tiempo (unos más que otros), e ir probando uno tras otro sin ningún criterio concreto nos puede hacer perder mucho tiempo.
¿Qué criterios seguir para escoger un plugin?
Ahora que hemos visto una pequeña introducción de porqué es tan importante dedicar tiempo a buscar y escoger un buen plugin antes de instalarlo, vamos a ver que opciones tenemos y que criterios podemos seguir para intentar equivocarlos lo menos posible.
1. ¿Es realmente necesario?
Antes de entrar a valorar cómo escoger un buen plugin, sólo un pequeño apunte, y es que nos paremos a pensar si realmente lo necesitamos y si podemos sustituirlo por un código.
No hay un límite de los plugins que podemos llegar a tener activos en nuestra web, pero creo que todo el mundo estará de acuerdo que en cuantos menos mejor. Las ventajas del minimalismo en este caso están claras: menos peso, menos recursos, menos problemas potenciales.
Si trabajas con frameworks como Genesis, encontrarás que muchas funcionalidades que se pueden añadir con plugins también se pueden conseguir con unas líneas de código. Lo mismo pasa por ejemplo con WooCommerce, el plugin por excelencia para el ecommerce en WordPress, que aunque tiene miles de extensiones para modificar, quitar o añadir cosas, también muchas se pueden hacer añadiendo algo de código y evitando así plugins adicionales.
1. Dónde descargamos o compramos el plugin
Básicamente hay dos formas de conseguir un plugin: del repositorio de WordPress o de la web del creador o marketplace (Obviaré otras cómo algunas páginas y foros que comentábamos antes que ofrecen la descarga gratuita de plugins o extensiones de pago)
Repositorio oficial de WordPress: es el directorio que WordPress pone a nuestra disposición con todos los plugins revisados por su equipo (o voluntarios). Se puede acceder desde la web (http://wordpress.org/plugins) o directamente desde el mismo escritorio de WordPress, en Plugins -> Añadir nuevo.
Si vas a instalarte un plugin que ya conoces, lo más rápido es hacerlo directamente desde tu web, pero si estás buscando uno nuevo, te recomiendo que lo hagas desde la web de WordPress, ya que dispondrás de la información que comentamos más adelante para poder valorarlo.
Los plugins que se ofrecen en este repositorio son gratuitos, por lo menos una versión de ellos (algunos tienen funcionalidades adicionales de pago), y tienen la «garantía» de haber sido revisados por la organización. (Aunque esto en principio nos tendría que dar algo más de confianza, lo cierto es que a menudo se retiran plugins en los que se ha encontrado algún problema o código sospechoso, que quizás no estaba allí cuando se revisó el plugin, pero que posteriormente ha cambiado de manos y las actualizaciones han traído sorpresas)
Plugins Premium
Son plugins que se compran a través de la misma web del creador o en los llamados marketplaces (sitios web donde se agrupa productos de diferentes creados, como podría ser Codecanyon)
En estos casos no tenemos la garantía de la revisión de los desarrolladores de WordPress pero por contra contamos (o deberíamos contar) con un servicio de soporte y ayuda.
El tipo de pago puede variar en función del vendedor, puede ser pago único o recurrente, diferentes tipos de licencias para una web o varias, un plugin base a un precio y add-ons o añadidos adicionales de pago, etc…
Lo bueno de entrada que tienen estos plugins, quitando el hecho de que tengamos que pagar por ellos, es que al tener que hacer un desembolso nos lo solemos pensar y estudiar mucho mejor antes de instalarlo en nuestra web, que es lo que deberíamos hacer con todos los plugins.
2. Las funcionalidades
Una vez nos ponemos a buscar el plugin que necesitamos, lo primero que vamos a tener que estudiar son las funcionalidades del plugin. Se que parece obvio, pero cuántas veces nos lo leemos por encima y lo instalamos y luego vemos que realmente no servía para lo que necesitábamos.
Mira bien las características que se especifican en la página del plugin, y fíjate si van incluidas en la versión gratuita de éste, ya que a veces nos damos cuenta demasiado tarde que lo que buscábamos no entra en la versión básica que hemos instalado.
3. El creador / desarrollador
Una vez hemos comprobado que el plugin realiza todo aquello que necesitamos (o lo más importante, no siempre vamos a encontrar uno que lo haga exactamente todo), tendremos que echar un vistazo a su desarrollador.
¿Es una persona o empresa?
¿Cuántos plugins tiene en el repositorio? ¿Es activo en la comunidad?
Si es una empresa. ¿genera confianza? ¿Tiene información suficiente? ¿Opciones de contacto?
4. Las actualizaciones
En la página de detalles del plugin tienes una información muy valiosa que te va a dar muchas pistas sobre su calidad. Se trata de la fecha de la última actualización y en que versiones de WordPress ha sido probado.
Un plugin cuya ultima actualización fue hace un año y que no ha sido probado en las últimas versiones del CMS no habla muy bien de él. Incluso si WordPress considera que hace demasiado que no se actualiza te saldrá un aviso en la misma página de que lo pienses bien antes de instalarlo.
5. El soporte
Si estás mirando en el repositorio de WordPress, verás que en la página del plugin hay una pestaña de Support. En ella hay un foro donde los usuarios dejan sus consultas o problemas sobre el uso del plugin.
Es un buen sitios para, por una parte ver si hay muchos hilos con problemas, y por otro, para ver la reacción de los desarrolladores al respecto… si suelen atender las dudas, cuanto tardan en hacerlo, cuando fue la última vez, etc…
En las páginas de plugins premium no es tan común que haya un foro así, o a menudo está restringido a los clientes, pero si tienes muchas dudas una opción es enviar una consulta pre-compra con alguna duda que tengas, de está forma, además de aclarar la duda, comprobarás el tiempo y calidad de su respuesta.
6. Las reviews y opiniones
Como en cualquier tipo de compra online, las opiniones de otros usuarios o clientes pueden ser claves para ayudarnos a tomar una decisión.
El repositorio de WordPress cuenta con un sistema de valoración integrado que nos da de entrada una idea de lo bien o mal valorado que está, pero además podemos buscar opiniones también en otros foros o desarrolladores conocidos.
¿Y si no lo vemos claro?
Por último, la forma definitiva de saber si un plugin nos puede servir es probarlo.
De hecho, es la única forma segura de saberlo, ya que en ningún sitio vamos a poder encontrar información completa sobre cómo se comporta ese plugin con el resto de los que utilizamos en nuestra web. Quizás el plugin está bien desarrollado, tiene un buen soporte y está continuamente actualizado, pero por la razón que sea no funciona bien con otro de los que necesitamos y ya estamos utilizando. Y eso pocas veces lo vamos a saber antes de instalarlo.
Si se trata de un plugin importante o sensible, es aconsejable probarlo en un duplicado de nuestra web (Staging)
¿Eres implementador o desarrollador WordPress?
En la Zona DPW encontrarás más recursos, tutoriales, plantillas, y una biblioteca de snippets para poder utilizar en tu día a día y ganar tiempo en tu trabajo:
ACCEDER AHORA